Ayer, los senadores iniciaban el debate que podría aprobar el proyecto que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados. La clave sigue estando en legisladores indecisos, tanto de la oposición como del oficialista Frente para la Victoria, que no darán a conocer el sentido de su voto hasta que les toque participar del debate. Una larga sesión que comenzó con un resultado incierto, 31 senadores a favor del proyecto, 31 en contra y seis indecisos que definirán si Argentina será el primer país de Latinoamérica en contar con la regulación del matrimonio entre personas del mismo sexo.
La polémica alcanzó su punto más violento cuando esta semana entraron en la discusión el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Bergoglio, y la propia presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
El máximo referente de la Iglesia en Argentina emitió un duro comunicado que fue leído el martes en la multitudinaria marcha organizada por distintos credos frente al edificio del Congreso Nacional. En el texto, Bergoglio afirmaba que la aprobación del proyecto de matrimonio homosexual «es un retroceso antropológico». «Distinguir no es discriminar. No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva del plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (este es solo el instrumento) sino de una movida del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios. Aquí también está la envidia del Demonio, por la que entró el pecado en el mundo, que arteramente pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la Tierra». Por último, en su documento el obispo pide a los senadores que «no voten movidos por el error o por situaciones de coyuntura, sino según lo que la ley natural y la ley de Dios les señala».
Desde China, donde se encuentra de visita oficial, Cristina Fernández respondió a monseñor Bergoglio y comparó la campaña de la Iglesia con los «tiempos de la Inquisición y las Cruzadas».
«Me preocupa el tono que ha adquirido el discurso en torno a la discusión por la ley del matrimonio igualitario, donde se plantea como una cuestión de moral religiosa y atentatoria del orden natural de las cosas, cuando en realidad lo que se está haciendo es mirar una realidad que ya está», planteó en Pekín la jefa de Estado.
Las parejas del mismo sexo únicamente pueden obtener la unión civil en cuatro ciudades de la República Argentina, aunque desde el pasado mes de diciembre nueve parejas homosexuales se han casado en este país gracias a la habilitación que consiguieron de los jueces.