"Es una gran victoria", se entusiasma Maggie Gallagher, presidenta de la Organización Nacional para el Matrimonio, un grupo sin fines de lucro que asegura que su objetivo es proteger al matrimonio. "Va a ayudar a cimentar la derrota del casamiento homosexual en Nueva Jersey y creo que va a poner muy nerviosos a unos cuantos políticos de Nueva Hampshire que votaron por el casamiento gay, cuando les toque la reelección".
Hasta ahora, en el 2009, Nueva Jersey no programó votaciones sobre proyectos para legalizar el casamiento homosexual, los votantes de Maine rechazaron una medida y los votantes de California rescindieron su ley. Pero los partidarios señalan a Vermont y Nueva Hampshire, donde los legisladores adoptaron este año proyectos sobre el casamiento homosexual, y se anticipa que el concejo municipal de Washington legalizará el casamiento gay el mes próximo.
La Corte Suprema de Iowa también reconoció el casamiento homosexual este año. Ya era legal en Connecticut, Massachusetts y Vermont.
En el estado vecino se siguió atentamente el resultado de Nueva York.
"Aquí en Nueva Jersey muchos de los legisladores preferirían no votar sobre el tema", dijo Gregory Quinlan, del grupo Family First, de Nueva Jersey, que se opone al casamiento homosexual. Agrega que el resultado de Nueva York refuerza la posición de su organización.
El miércoles, el proyecto de Nueva York fue derrotado por 38-24 en el Senado. Era el último obstáculo para la sanción de la medida aprobada tres veces por la Asamblea y promovida enérgicamente por el gobernador demócrata David Paterson.