En tanto, la Fiscalía investiga actualmente 252 casos de abuso sexual y violación de menores de edad cometidos por sus familiares más cercanos.Según estadísticas del ente acusador, en 117 de los casos denunciados ante las autoridades, los responsables de abusar sexualmente de los menores fueron sus propios padres biológicos.En 15 casos los abuelos de las niñas y los niños fueron acusados de haber cometido incesto.A todo ello se añade un entorno preocupante por la vulnerabilidad de la niñez frente al conflicto armado interno y el recrudecimiento de la violencia a la que son sometidos.Denuncias de activistas y organizaciones de derechos humanos manifestaron recientemente su preocupación por la manera cómo el conflicto impacta negativamente en el desarrollo de la infancia, principalmente en comunidades marginadas como las afrocolombianas e indígenas.En ese sentido Cristhian Salazar, director de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia, dijo que los métodos de confrontación han cambiado, en parte porque la guerra se ha trasladado a zonas muy distantes habitadas en su mayoría por esos colectivos Salazar también alertó que los diferentes actores del conflicto armado practican el reclutamiento de menores, lo cual calificó de grave y como un crimen de guerra.Al respecto, afirmó que los grupos emergentes surgidos de la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), vienen vinculando en sus filas a niños para labores de inteligencia, transporte de armas, venta de drogas, entre otros.Para Naciones Unidas la máxima preocupación está en la presencia de menores en las filas de los grupos armados, que según cifras de diversos organismos puede estar entre ocho y 14 mil niños.Por otra parte, un reporte de Medicina Legal sostiene que la violencia sigue siendo la principal agresión que sufren los infantes colombianos, al señalar que más de 10 mil fueron maltratados en el último año, 16 mil abusados sexualmente y más de dos mil murieron en forma violenta.Asimismo, más de dos millones de niños colombianos carecen de educación, ante el abandono y la pobreza a la que son sometidos.