PERU.-(AGENCIALAVOZ)Se realiza en la Galería “Luis Miró Quesada Garland” de la Municipalidad de Miraflores (Lima) una exposición de la escultora Cristina Planas, titulada “Así sea”. Una exposición anti cristiana que ofende a los cristianos del Perú.

El Dr. José Linares Cerón presidente de Ciprofam Internacional dijo indignado “El nudismo, extremos, es espantosa, nunca había visto nada igual. El Alcalde de Miraflores Muñoz, tendrá que responder este agravio; he coordinado con el movimiento pro familia para que los concejales en la sesión de consejo protesten y tomen medidas necesarias sobre el tema”.

En la exhibición hay esculturas coloridas de cuerpos humanos vivos y muertos, totalmente desnudos y muchos con aureola en la cabeza, representando a Santos de la Iglesia: Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, San Juan Bautista decapitado (presentado como “indio shipibo”), San Sebastián, etc. Varios aparecen como amontonados en desorden, en posiciones grotescas, compartiendo una “fosa común” con una escultura que representa a la propia artista, muerta y desnuda.

Pero sin duda lo más aberrante es una imagen de Jesucristo completamente desnudo e inerte sobre una mesa, con los brazos extendidos a los lados y la corona de espinas en su cabeza. Su cuerpo es recorrido por un escáner de luces, cuyo sentido lo indica un letrero: “Lecciones de anatomía - 2012”. ¡¿A eso se rebaja el adorable cuerpo del Hombre-Dios?

De las bocas de esas esculturas emergen, a manera de cintas, tiras de metal en las cuales están grabadas partes del Padrenuestro, como “Hágase tu voluntad” y otras invocaciones

El aberrante evento constituye un ejemplo más de la escalada de ultrajes, emprendida por la revolución cultural anticristiana. Sabemos que está causando asombro e indignación entre los miraflorinos, aumentada por el hecho de ser promovida por las autoridades municipales, que utilizan en ello recursos ediles aportados por los vecinos.

Recordemos que la misma escultora realizó otra exposición igualmente sacrílega hace pocos años en el municipio de San Isidro, la cual, debido a la enérgica protesta —que rápidamente se extendió a todo el país— fue en buena hora cancelada por la autoridad edil.