El abogado Dan Woods dijo que su cliente, Log Cabin Republicans, un grupo de militantes republicanos homosexuales, recibió una notificación de que el Departamento de Justicia buscará una orden de no innovar en el caso la tarde del jueves. El funcionario del Poder Ejecutivo, informado del debate en el gobierno, confirmó la novedad.

El martes, la jueza federal Virginia Phillips, de Riverside, California, ordenó a las fuerzas armadas que suspendieran de inmediato cualquier investigación o procedimientos de expulsión de homosexuales basados en la ley conocida como ''No preguntar, no decir''.

El Pentágono dijo el miércoles que no había respondido formalmente a la orden de la jueza, y los miembros del ejército admitían que no sabían cómo actuar en esta situación. El gobierno de Obama, en tanto, evaluaba presentar una apelación.

El secretario de Defensa Robert Gates alertó de las ''enormes consecuencias'' para los soldados si la orden de la jueza se mantenía, ya que, según dijo, la anulación de la ley debería ser decidida por el Congreso y no los tribunales.

Gates señaló que se necesita más tiempo con el fin de prepararse para una situación en que por primera vez los militares homosexuales podrían declarar su orientación sexual sin temer ser expulsados.

El Departamento de Justicia trabajó la noche del miércoles en su respuesta a la orden de la jueza, pero no dio señales de cuándo la anunciaría. Si se rechaza su pedido de orden para no innovar en el caso, la administración probablemente acudiría a una corte de apelaciones en California. Si el gobierno apela, acabaría defendiendo una ley que de hecho rechaza.

De todos modos, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que a la prohibición de servir abiertamente en las fuerzas armadas como homosexual se le está acabando el tiempo. ''Esta es una política que va a terminar'', declaró